martes, 8 de mayo de 2018

Comparativa: Puertas Dungeon Saga vs. Twisting Catacombs

Recientemente se han visto numerosos proyectos (micromecenazgos o no) que contaban con interesantes adiciones a nuestras pequeñas mazmorras.
Seguro que muchos de vosotros las habéis estado considerando muy seriamente comprar alguna de estas piezas, ya sea para ampliar vuestras colecciones de escenografía o para sustituir las piezas deterioradas de cartón y tokens de vuestro HeroQuest o Warhammer Quest. Y, si bien es cierto que muchas son piezas interesantes, otras no merecen tanto la pena (ya sea por precio, acabado u otros).
Y, de entre todas estas opciones, se ha dado la casualidad de que han aparecido en el mercado varias puertas con las que podríais renovar las de vuestros ajados HeroQuest (que eran de cartón y seguro que más de uno las tiene para el arrastre).
En especial destacan dos opciones de puertas entre todas las demás: las del crowdfunding Twisting Catacombs y las que sacó Mantic para su juego de mesa Dungeon Saga (y que posteriormente se pusieron también a la venta por separado).
En ambos casos podemos encontrar dos medidas distintas: de 1 pulgada y de 2 pulgadas de ancho (por así decir: tamaño HeroQuest y tamaño Warhammer Quest). También tenéis versión abierta y versión cerrada en todos los casos. Incluso podéis encontrar una versión con rastrillo en ambas marcas.


Los dos contendientes a examen

Las primeras son de resina de poliuretano, mientras que las de Mantic son de plástico. Esto, ya de por sí, tiene su miga, ya que podría tener bastantes implicaciones dependiendo de lo que planeéis hacer con ellas.
La resina de poliuretano de Twisting Catacombs es del tipo más habitual a día de hoy en el mercado de las miniaturas. Se trabaja y pinta bastante bien, funciona bien con el cianocrilato y, en general, se comporta como las resinas de poliuretano que podéis haber conocido en el pasado.
Por su parte, el plástico utilizado por Mantic es bastante inusual. No se trata de hardplastic, sino de ese plástico duro que utilizan muchos juegos de mesa (muy parecido al que utilizan en los muñecos de Descent). Un plástico extremadamente resistente, aunque no reacciona al pegamento para plástico. Se taladra bien (aunque es duro) pero se corta un poco mal (si es que las quieres cortar, claro está). Sin embargo, responde muy bien a las limas (para quitar líneas de molde), con lo que el tema del corte no es problema.
En general, si lo que queréis es poner unos sustitutos de puertas en vuestro HeroQuest, las dos podrían funcionar de manera similar, aunque ciertamente las puertas de Mantic tienen todas las papeletas para durar más tiempo. Al fin y al cabo, la resina de poliuretano se parte cuando aplicas presión sobre una pieza alargada como éstas. Y, si bien es cierto que las puedes volver a pegar, el acabado nunca será el mismo (si eres de los que dedicas tiempo a pintar las cosas, seguro que eso es un problema para ti) y tenderá a romperse una y otra vez por donde esté la fractura.
Sin embargo, no esperéis poder pegarles piezas de vuestra caja de restos, porque no será tan fácil.

La típica foto para referencia de tamaño

Un factor que a mí me parece determinante es el del tamaño.
Si comparamos las puertas de Mantic con las de Twisting Catacombs veremos que ambas tienen un tamaño general similar. Sin embargo, el marco de las puertas de Twisting Catacombs es lo suficientemente grueso como para que la puerta quede enana en comparación con cualquier miniatura que no sea un goblin.
En fin, sé que mucha gente no considerará esto un problema pero, sinceramente, me crea una sensación de incredulidad que echa por tierra toda la magia del escenario.
Se me antoja que los héroes las pasarían canutas para poder colarse por las puertas de Twisting Catacombs.

Las puertas de Mantic tienen un tamaño muy correcto para miniaturas de 30 mm

Si el Mago pasa a duras penas, el Bárbaro tiene toda la pinta de quedarse atascado al pasar XD
Incluso las puertas dobles de Twisting Catacombs tienen un tamaño bastante ajustado

Una vez más, la puerta de Mantic tiene un mayor tamaño, también en 2'

De modo análogo, ambas puertas también se pueden diferenciar (y mucho) por la forma en la que se producen.
Ambas están modeladas por ordenador, aunque Mantic moldea directamente los moldes de plástico, mientras que Twisting Catacombs imprime la imagen 3D para, a continuación, hacer moldes para resina con dicha impresión 3D. Por desgracia, la calidad de la impresora 3D utilizada está muy lejos de esa a la que nos tienen acostumbrados las mejores marcas de miniaturas actuales.
El resultado es que el efecto de "leveling" (los famosos "dientes de sierra" que se pueden apreciar en las impresiones 3D de baja calidad) es lo suficientemente marcado como para resultar problemático a la hora de pintar.
Los lavados, por ejemplo, son una de las técnicas que deberíais olvidaros de usar si pensáis pintar escenografía de Twisting Catacombs (ya que tienden a acentuar este defecto). El pincel seco tampoco ayuda, por cierto.
Resumiendo, que os podéis olvidar de los típicos "pintados rápidos" que la mayoría de la gente aplica a la escenografía. Si queréis que las puertas de Twisting Catacombs queden bien, tendréis que dedicarle algo más de tiempo de lo habitual.

Las versiones grandes son perfectas para renovar vuestro Warhammer Quest

Asimismo, las líneas de molde en las puertas de Twisting Catacombs son más marcadas que en las de Mantic. Y, por si fuera poco, la más que evidente sobreutilización de los moldes de Twisting Catacombs puede darnos alguna que otra sorpresa desagradable.
El resultado final es que tendréis que hacer mucho más uso de la cuchilla (o de la masilla epoxy) para eliminar esas antiestéticas marcas que caracterizan a las puertas de Twisting Catacombs. Por el contrario, las líneas de molde de las puertas de Mantic se eliminan muy fácil y rapidamente con una lima.

Aquí podéis ver lo bien que se elimina la línea de molde de las puertas de Mantic

Sin embargo, en lo relativo al esculpido de las puertas es el único punto en que (en mi humilde opinión) supera Twisting Catacombs a Mantic.
Las puertas de Mantic (en parte debido al modelado de las piezas y en parte imagino que por las propiedades del plástico extra duro que han utilizado) son muy simples, minimalistas, incluso.
Las piedras son lisas por completo y otro tanto se puede decir de los listones de la puerta en sí.
Yo lo solucioné con un trampantojo que imita el veteado de la madera, aunque reconozco que fue una sesión larga y trabajosa que la mayoría de la gente consideraría intolerable.
Por otra parte, si bien la sobreutilización de los moldes que comentamos anteriormente pueden impedir apreciar en toda su magnitud los matices del esculpido, lo cierto es que la escenografía de Twisting Catacombs tiene un nivel de detalle mucho más que aceptable. En el caso de las puertas, la piedra tiene un relieve bastante logrado y las vetas de la madera están bastante bien hechas, simulando madera hinchada y deteriorada.
Por este motivo resultan más extraños si cabe pequeños defectos de esculpido como no marcar la separación entre los tablones que forman la puerta (preparaos para una sesión muy tediosa de perfilado, amigos).

Con un poco de pericia se puede imitar la veta de la madera

En fin, si tuviera que hacer una recomendación, yo me decantaría claramente por las puertas de Mantic.
Dado que el precio es bastante similar (pero ojito con los precios de Twisting Catacombs, que se pagan en libras... las fluctuaciones de la divisa pueden afectar bastante al precio final), debemos atender a los detalles de cada una.
Ya he mencionado que el tamaño es un factor decisivo para mí, lo que me decanta por las puertas de Mantic. Incluso si esto no es un problema tan grave para vosotros, debéis tener en cuenta que el mejor proceso de fabricación de Mantic os dará bastante menos trabajo de montaje y que el material utilizado es más resistente (algo importante cuando las miniaturas están destinadas a juego y no a vitrina).

Además, las puertas de Mantic tienen más variedad

Aprovecho para una última reflexión: ¿por qué no se hicieron también puertas de metal y de piedra? (las cuales aparecen en varias ampliaciones de HeroQuest). No sé, me parece una oportunidad perdida, la verdad.
Sin embargo, como se trata de una conversión tan sencilla, no lo consideraré un verdadero problema, sino más bien una oportunidad de currarme una conversión. Y, de paso, tengo oportunidad de colgar otra entrada. =D
Y, vosotros, ¿qué opináis? ¿Habéis probado alguna de las dos?

lunes, 20 de marzo de 2017

Escenografía: Casa para Frostgrave

Uno de los pocos juegos por lo que me he sentido verdaderamente atraído últimamente (con tanto trabajo y tan poco tiempo para dedicar al hobby) ha sido Frostgrave. Un juego de escaramuzas rápido, ágil y que busca reconciliar wargames de escaramuzas como Mordheim con juegos de rol de miniaturas (D&D 4ª me parece uno de los ejemplos más claros ) u otros afines a estos (como pueda ser el clásico Battlesystem Skirmishes de TSR o el más moderno y genial Otherworld Skirmish).
El juego me ha parecido sencillo y ágil y he disfrutado enormemente su lectura (algo habitual cuando leo un juego de rol pero que ya hacía bastante que no me pasaba con ningún wargame, la verdad). Cada banda esta dirigida por un Mago y su correspondiente Aprendiz, que pueden necesitar de algo de tiempo para definirse (ya que, a su vez, estos dos personajes determinarán la composición y tácticas del resto de la banda). Pero, aparte de eso, el juego es relativamente sencillo y poco exigente con el que está empezando (requiere de pocas miniaturas y los monstruos son lo suficientemente genéricos como para que podáis usar lo que tengáis por casa).
Además, por otra parte, siempre he sentido debilidad por las mesas de batalla con mucha escenografía y este juego me da la oportunidad de crear una.
Gran parte de la escenografía (como los marcadores de tesoro y los elementos de escenografía de menor tamaño) serán adaptados de toda la escenografía que tengo en la mazmorra; y el Jardín de Mor que me regalaron hace algún tiempo también aportará interesantes elementos (sobre todo magnetizándolo adecuadamente). Pero, por otra parte, necesitaré unos cuantos edificios.
Y aquí es donde viene lo mejor de este juego: me ha permitido trabajar con mi pareja en el hobby, algo que no siempre es fácil de conseguir.
Si bien a ella no le atrae demasiado pintar miniaturas (no hablemos de conversionar), sí que le gustan las maquetas de edificios, de esas que se construyen con ladrillos y tejas de cerámica. Y la idea de que hiciéramos unas cuantas casas juntos para jugar a Frostgrave la entusiasmó desde el principio.
Así que allá nos pusimos a hacer esta primera casa para nuestra mesa de juego de Frostgrave. La parte inferior (hecha con ladrillos cerámicos) la hizo mi pareja, mientras que la parte superior (hecha con madera de balsa y cartulina) la hice yo.
Posteriormente, todo el conjunto fue pintado para que el acabado final de la mesa y los colores utilizados tuviesen mayor cohesión.
Sin más, os dejo con unas cuantas fotos de la casa sin pintar.


Y, ahora, la casa terminada:




La verdad es que me siento muy contento del acabado final. Queda realmente bien y, por supuesto, la siguiente que hagamos quedará aún mejor (esto es cosa de práctica, ya sabéis).
Ahora estamos hablando de cuál será el siguiente edificio que haremos y estamos medio decididos por una torre de vigía. Ya veremos qué termina siendo, aunque en el fondo da un poco igual, ¿no? Como siempre digo, "sarna, con gusto, no pica".
Un saludo y espero que os guste.

domingo, 5 de febrero de 2017

El Año Que Vivimos Peligrosamente: Instant Dungeon Tactical o Cómo Terminé Esculpiendo Muros

Antes de nada, me gustaría disculparme por las pocas actualizaciones que estoy publicando últimamente (tanto en el blog como en redes sociales). Esto se debe a que he cambiado recientemente de trabajo y ahora me encuentro con muy poco tiempo libre (o ninguno) que dedicar tanto al hobby como a las publicaciones.
En cualquier caso, prometo que seguiré publicando actualizaciones cuando me sea posible, aunque el ritmo se reduzca drásticamente.
Y, aclarado esto, volvamos a lo que de verdad nos interesa, ¿no? ;-)

Una de mis muchas peculiaridades (tengo para elegir) es que, ya lo he comentado en alguna ocasión, no soy sólo pintor de miniaturas. También esculpo algunas piezas y tengo conocimientos de moldeo y clonado.
Dicho esto, no resultará tan extraña mi implicación como escultor en una campaña de micromecenazgo de escenografía que salió en Kickstarter hace un par de años. Se llamaba Instant Dungeon Tactical (2) y consistía en una serie de muros que llevaban inserto un imán de neodimio en su base con el que se adherían a una plancha metálica (decorada con una cuadrícula de casillas).



Las distintas versiones de Instant Dungeon (foto cortesía de Javier y Vorpalia Juegos ;-) ).
Era una escenografía que se montaba (y desmontaba) en pocos segundos, que se podía trasportar con facilidad y que se podía montar hasta en las condiciones más desfavorables, gracias a sus potentes imanes de neodimio. Además, permitía modificar constantemente y sin problemas el trazado de la mazmorra, a medida que la aventura evolucionaba.
Como ya os podéis imaginar, no se trataba de un producto para miniaturas, sino para juegos de rol. Algo que lo mismo se podía utilizar en torno a una mesa de juego que en mitad de un parque y que, una vez terminabas la partida, lo recogías rápidamente en su caja y te lo llevabas bajo el brazo.
Un producto de nicho, nacido en pleno apogeo del "old school" rolero y que iba dedicado a todos aquellos aficionados que querían representar con miniaturas los combates de sus partidas de rol.

Originales del proyecto Instant Dungeon Remastered (fantástico medieval).
Puedo decir con orgullo que fue el creador del proyecto (Javier, de Vorpalia Juegos) quien contactó conmigo, ya que había visto por Internet varias de mis piezas de escenografía y le habían gustado bastante.
Quedamos un día en persona y aprovechamos para presentarnos mutuamente nuestras creaciones. Él se trajo sus muros y yo le preparé un montaje para que pudiera ver mi escenografía de primera mano.
Estuvimos hablando, me explicó lo que necesitaba, me detalló los parámetros específicos dentro de los que debía trabajar (únicamente escenografía "vertical", muros de 1, 2 y 3 pulgadas y con una altura de 2 pulgadas).
Javier ya había sacado adelante un proyecto anterior de muros para mazmorras y ahora quería expandir la línea con nuevas temáticas. Había para elegir: steampunk, bosque, alienígena (tipo "Aliens" o tiránidos), espacial, etc. Ahora mismo no recuerdo todos los tipos que había (eran entre cinco y siete), porque finalmente se terminó quedando solamente en dos, tras una encuesta que se hizo entre los aficionados.

Originales del proyecto Instant Dungeon Steampunk.
Yo, por mi estilo de escultura, me terminé quedando con Steampunk, mientras que de Forest se encargó otro escultor. Sin embargo, cuando faltaba poco para comenzar la campaña, Javier decidió que reesculpiese el set original con una estética algo más cuidada.
Así nació un tercer proyecto (Instant Dungeon Remasters); pero no fue lo único que nació porque, como veréis en la siguiente entrada, también nació una idea en mi cabeza: compatibilizar aquellos muros con mis tiles y dotar de un poco de "verticalidad" a mi mazmorra.

Estos cuatro muros corresponden a algunos ejemplos del lote Instant Dungeon Steampunk.
Estas taquillas metálicas son un ejemplo de una de las características de Instant Dungeon: algunos muros debían incluir elementos lo suficientemente genéricos como para no desentonar en ninguna situación, pero que permitieran al DM adaptar el escenario a la aventura en curso.
Las vigas metálicas y las rejillas de ventilación son un recurso bastante efectivo a la hora de añadir diversidad a los muros.
Un portal al más puro estilo Stargate... pero steampunk, claro. XD
Aquí podéis ver algunos de los muros que esculpí para la campaña. Pero no sólo los esculpí, sino que también los pinté. Porque ha habido unas cuantas personas que me han pedido que les pinte los muros que esculpí (unos porque les gusta cómo pinto y otros porque les hará ilusión que se los pinte el autor, imagino).

Unos cuantos bichos asquerosos... Algo a lo que todo héroe debe enfrentarse cuando mete las narices en alguna caverna olvidada.
Las vigas de madera y los cristales son perfectos si se quiere crear ambiente en unas antiguas minas de los enanos... pero tampoco desentonarían en el cubil de una banda de orcos.
Algunas gemas encastradas entre las rocas de la caverna.

Y, por supuesto, no podían faltar unas cuantas raíces abriéndose paso entre las entrañas de la tierras. Claro, que algunos prefieren pintarlos de púrpura como si se tratase de tentáculos. XD
Y, para cerrar, una imagen que utilizamos durante la campaña y que ya anunciaba lo que me bullía en la cabeza.


En la próxima entrada veréis cómo fue evolucionando esta idea. ;-)
Un saludo y espero que os guste.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Encargos: Aliens vs Predator (Prodos Games)

Uno de los juegos de mesa que se ha hecho famoso últimamente (tanto por cosas buenas como por otras malas) ha sido el "Aliens versus Predator" de la compañía Prodos Games.
Con el respaldo de una IP muy conocida y el más que palpable encanto de la nostalgia, este juego protagonizó una exitosa campaña de micromecenazgo (casi contemporánea de la del infame HeroQuest 25), con unas ventas posteriores más que aceptables. En la actualidad, no es difícil de encontrar en la mayoría de tiendas de miniaturas de nuestro país, siendo casi omnipresente en cualquier tienda online.
No puedo contaros demasiado del juego, ya que no lo conozco. Sin embargo, sí que he tenido la oportunidad de trabajar con sus miniaturas de primera mano, gracias a un buen amigo que me pidió que se las montase y pintase. Por ello, me gustaría compartir mis experiencias con vosotros, con la esperanza de que puedan seros de ibterés. Espero, además, que aquellos que se estén planteando la posibilidad de comprarse este juego pero alberguen dudas sobre la calidad o las cualidades de las miniaturas incluidas, encuentren esta entrada especialmente útiles.


En primer lugar, me gustaría comentar que las miniaturas ya me llegaron en un estado poco halagüeño.
No es infrecuente que quienes recurren a mí hayan probado antes a montar por su cuenta las miniaturas y hayan terminado dañando alguna de ellas. Además, como todos somos humanos y nos puede el ansia, lo normal es que empecemos por las miniaturas más chulas (y complicadas) en lugar de por las más normalitas (que son, de hecho, por las que conviene empezar, para acostumbrarse a las propiedades del material utilizado y a las peculiaridades de montaje de cada fabricante). Conclusión: el aficionado se encuentra, de buenas a primeras, con que se ha cargado un par de piezas de sus miniaturas favoritas nada más abrir la caja.
Descorazonador, claro.
Llegados a este punto, mi amigo me trajo las miniaturas porque, palabras textuales, "yo no sé montar eso, es demasiado complicado". Y, claro, si recién sacado de la caja es complicado, imagínense con unas cuantas piezas rotas. XD
De propina también había un par de churretes de cianocrilato que hubo que retirar (muy cuidadosamente) con la ayuda de un estilete.


Una de las primeras cosas que percibí al empezar a trabajar con estas miniaturas fue que los brazos, cabezas y demás partes eran muy finas. Algo que, unido a la escasa consistencia de la resina utilizada, hacía prácticamente imposible anclar las piezas entre sí.
Una lástima porque, en más de una unión, habría sido muy de agradecer; habría aportado solidez y resistencia a las miniaturas, algo más que recomendable cuando hablamos de juegos de mesa.
Por si no fuera suficiente con esta limitación, las propiedades de la resina utilizada hacía que las piezas más finas (sobre todo las muñecas de los brazos) fueran más quebradizas de lo que era deseable. Hay que tener mucho cuidado tanto al montar las miniaturas como al jugar con ellas.
Son el tipo de miniaturas que, con el transcurso de las partidas, deben pasar regularmente por el taller para hacer un poco de mantenimiento.





Las peanas tampoco son ninguna maravilla y, tratándose de un juego en caja, no habría estado de más que estuvieran texturizadas. Sin embargo, como es habitual en los productos financiados por micromecenazgo, este tipo de detalles se cuidan poco y, al final, las miniaturas vienen con unas peanas de lo más normalitas (peanas redondas de tipo "lipped" o con reborde).
Para rematar la faena, algunas peanas se quedan algo justas, con lo que algunos xenomorfos debían pegarse sobre el mismo borde elevado de la peana. Una invitación al desastre en toda regla.


Sin embargo, los problemas con las peanas son fácilmente solucionables con un poco de masilla y algo de paciencia. Esculpiendo un suelo sencillo (de aspecto casi industrial, o propio de una nave espacial) se puede conseguir un apoyo más firme y seguro. Además, aquellas miniaturas que vienen con bebederos en los pies pueden aprovecharse para encajar en la masilla fresca, lo que dará mejor agarre a la miniatura al darle un punto de apoyo extra.


Para darle un acabado más efectista a la base, le dibujaremos algunas líneas de color.
Estas líneas (que haremos con la ayuda de cinta de carrocero) podrán tener diferentes patrones geométricos, aunque lo mejor sería imitar las líneas de emergencia que pueden verse en numerosas naves industriales, en maquinaria pesada e incluso en vagones de tren y estaciones de metro.


Los mejores colores son los más chillones: amarillos, rojos, naranjas... Siempre utilizando tonos muy llamativos. De ese modo, recordarán más a las señales de emergencia que queremos imitar y crearán un contraste muy resultón con los colores relativamente más apagados de las miniaturas.
Por último, si jugamos con diferentes juegos de colores, se pueden diferenciar mejor los distintos equipos de miniaturas (en las fotos, podéis ver que los Depredadores llevan líneas naranjas, mientras que los marines lucen líneas amarillas y rojas).



Espero que esta entrada os haya sido de utilidad, tanto a los que estéis buscando inspiración para pintar vuestras miniaturas, como a los que tengan dudas sobre si de verdad es el juego que quieren comprarse.
Un saludo y espero que os guste.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Mis Proyectos Personales - Heroquest Remasters (4): Conversiones del Mobiliario

En anteriores entradas ya hablé de la necesidad de sustituir el mobiliario original de HeroQuest por versiones nuevas de esos mismos elementos (en aquellos casos en los que sea posible) o por elementos alternativos (en los casos en los que es difícil o imposible conseguir la misma pieza).
Si bien algunos sustitutos (en especial los de mesas y estanterías) se pudieron hacer bastante bien con madera de balsa, en muchos casos hubo que recurrir a esculpir algunas piezas desde cero. Este proceso siempre es más tedioso y lleva bastante más tiempo, por lo que no es de extrañar que algunos elementos de escenografía todavía estén por realizar.
Estas piezas, clonadas en resina de poliuretano, se prestan a ser modificadas a las mil maravillas, ya que este material se puede cortar, taladrar y lijar sin ningún problema. Además, se puede esculpir con cualquier clase de masilla epoxy sin problemas, ya que se adhiere muy bien a su superficie.
Como ya comenté anteriormente, soy un fanático de la variedad (y, en consecuencia, de las conversiones). No me gusta ver que se repiten demasiado las cosas, creo firmemente que la repetición resta lustre al trabajo de cualquier miniaturista (ya se trate de unidades de miniaturas o de las piezas de escenografía de un diorama). Puede que se trate de uno de tantos defectos de carácter que tengo... o igual tengo un principio de trastorno obsesivo-compulsivo, ¿quién sabe?
De cualquier modo, ni este blog se ha creado para tratar mis neuras, ni vosotros entráis para leer sobre ellas, ¿me equivoco? Dicho lo cual, os dejo con algunos ejemplos de transformaciones que he realizado sobre mis propias creaciones.


Las tiles de Trampa de Pozo permiten crear nuevos tipos de trampas con mucha sencillez. En este caso, un pozo inundado, un pozo de lava y una trampa de lanza.

Con pequeños añadidos de masilla se puede lograr un alto grado de diversidad entre las piezas. Yo suelo aprovechar para esto los restos de masilla que quedan al terminar de esculpir piezas de mayor tamaño y que son demasiado pequeños como para esculpir nada decente.

Los patrones geométricos son bastante habituales en ciertos monumentos medievales. Es el ejemplo de esta decoración cordada. Asimismo, son fáciles de hacer para escultores noveles.

Asimismo, estas conversiones representan una inmejorable oportunidad para hacer algún que otro homenaje a ciertos iconos de la fantasía. En este caso, se trata del emblema de Thulsa Doom (de la película Conan el Bárbaro): dos serpientes enfrentadas sobre una luna y un sol naciente.

Y, puesto a hacer homenajes, no podría faltar el ojo sin párpado.

Con un poco más de pericia (y paciencia), se pueden llegar incluso a esculpir detalles más elaborados, como esta pequeña rata.
Otros pequeños homenajes: un pequeño ídolo de Cthulhu de jade y una versión en miniatura de la planta de "The Little Shop of Horrors" de Roger Corman. Nótese también que el pozo se compone de cuatro partes; al modificar cada una de ellas, conseguimos que el pozo tenga varios montajes posibles distintos entre sí.
Otra opción bastante más sencilla y asequible para conversionar los elementos de escenografía consiste en aprovechar piezas de nuestra caja de restos, como este cráneo. Añadiéndole un par de huesos de masilla, tienen una advertencia suficientemente ominosa para tus jugadores.
Las rejas que hay bajo la escalera dan múltiples oportunidades para la conversión. Algunas con cierto sentido del humor, como es el caso de este brazo emergiendo de entre las sombras.
Las enredaderas también son un recurso muy fácil de esculpir y que permite darle a cualquier elemento de escenografía un aspecto descuidado y envejecido, al tiempo que se le añade un poco de color.
Claro, que uno también puede complicarse la vida tanto como quiera, ¿no? Y, si se trata de mandar mensajes ominosos, nada dice "¡Largo de aquí!" mejor que el cadáver del último listillo que tuvo la feliz idea de meter las narices donde nadie la había invitado.
En próximas entradas trataré también de alguna que otra conversiones que he hecho de escenografía de terceros. En especial, cierta conversión de una pieza de Scotia Grendel de la que puedo decir, sin temor a equivocarme, que me metí en camisa de once varas. Pero para eso aún habrá que esperar un poco. ;)
Un saludo y espero que os guste.